Lo que no sabías de la amatista.
Su nombre proviene del término griego amethystos que significa sobrio, que se debe a que en la antigua Grecia se creía que la amatista era un antídoto contra la embriaguez. Su fama también se debe a una leyenda griega, en la que Dionisio, dios del vino, se enamora de una dama llamada amethystos quien quería permanecer casta y pura. Al escuchar las plegarias de la mujer, la diosa Artemisa la convierte en una roca blanca para protegerla y al verla Dionisio. Rompió en llanto y tiró una copa de vino sobre la roca, manchándola de aquel violeta característico.
Pero la verdad es que la amatista pertenece a la familia de los cuarzos, por lo que es un mineral y su color morado se debe al alto contenido en óxido de hierro, según la cantidad de hierro que contenga en su composición, su color puede ser más intenso. Un dato curioso es que a partir de los 300º C la tonalidad puede cambiar a amarillo o naranja, mejor conocido como el cuarzo citrino y también existe una variedad de amatista color verde llamada prasiolita. Para definir su valor dependerá del brillo, pureza, corte y color de la pieza.
La amatista es conocida por ser una piedra que transmite energía positiva, calma y además es protectora y ayuda a bloquear las energías negativas. Está considerada como la piedra ideal para aliviar el dolor de las tensiones físicas, emocionales y psicológicas, pues se cree que conecta los cuerpos físico, mental y emocional con el espiritual. De hecho, Leonardo Da Vinci escribió sobre este mineral que podía desvanecer malos pensamientos e incluso acelerar la inteligencia humana.
A nivel curativo, es una piedra que ayuda en los problemas relacionados con dolores de cabeza, estrés, combate el insomnio y alivia el sueño, pero también es considerada como una piedra poderosa que aleja los pensamientos negativos potencializando la asimilación de nuevos, limpia el aura, estimula los chakras, aporta sentido común, potencia la memoria y centra emocionalmente. Se llegó a considerar una de las piedras preciosas más valiosas, pero desde que se descubrieron extensos yacimientos, es común verla pero por su abundancia se suele encontrar sin defectos o inclusiones.
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