¿CÓMO Y QUIÉN PAGA LA BODA?

Aunque la organización de una boda es un momento de alegría, también es crucial abordar el tema financiero. Tradicionalmente, hay protocolos que indican quién debe pagar cada aspecto de la boda, pero en la actualidad existen diversas formas de financiar este evento especial. A continuación, exploramos diferentes opciones para costear su gran día, ayudándoles a encontrar la mejor solución para su situación particular.

Opción 1: protocolo tradicional

Tradicionalmente, hay un protocolo que establece quién paga qué en una boda, en este se comenta que el novio es responsable del anillo de compromiso, el vestido de novia y la luna de miel. Mientras que la familia de la novia suele asumir los mayores gastos, incluyendo el lugar de la boda, el banquete, la música, la decoración, las invitaciones y otros proveedores.

Por su parte, la familia del novio, se encarga de la boda civil y puede contribuir con el alcohol para la recepción y la luna de miel. Y por último, los padrinos de velación suelen cubrir los gastos de la iglesia.

Opción 2: Los padres de ambos

Otra tradición que existe, es que los padres de los contrayentes pagaban la boda, y una fórmula común es hacerlo a partes iguales. Así, cada familia cubre los gastos de sus invitados, y el resto de los gastos de la boda se divide entre las dos familias.

Opción 3: Los novios se encargan de pagar todo

Esta es una de las opciones que más podemos ver en la actualidad, pues siendo económicamente independientes, los novios asumen la mayoría de los gastos de la boda.

Uno de los factores a favor de esta opción, es que les da total libertad a los novios, para planificar cada detalle sin depender de la opinión de los demás, permitiéndoles elegir el vestido de novia y los ramos que deseen sin restricciones.

Por otro lado, pueden aceptar aportaciones como el vestido de novia o la luna de miel como regalo de sus padres o familiares.

Opción 4: Juntos pero divididos

Otra opción es que los novios asuman la responsabilidad de todos los gastos, pero negociando una división equitativa. Esto puede ser mitad y mitad, o cada uno paga por sus invitados: la novia cubre los gastos de sus invitados y el novio hace lo mismo con los suyos. Las reglas pueden adaptarse según las preferencias de cada pareja, permitiendo una mayor flexibilidad y personalización en la organización de la boda.

Opción 5: En tres partes

Por último, existe otra opción para financiar la boda, esta consiste en dividir los gastos en tres: una a cargo de los novios, otra de la familia de la novia y la tercera de la familia del novio. Esta alternativa es equilibrada económicamente, pero requiere una buena armonía para tomar decisiones en conjunto. Cada parte tendrá voz en la elección de aspectos como el menú y los preparativos, por lo que se necesitará una actitud negociadora y tolerante.